La Oveja Merina

La raza merina es una raza autóctona ibérica que se ha extendido por los cinco continentes constituyendo el 20% de las cabezas de ovino de todo el mundo.


Su origen parece estar en la mitad suroccidental de España, donde hoy conserva el mayor número de cabezas: valles de Alcudia en la Mancha, la Serena en Extremadura y los Pedroches en Andalucía. Se conocen representaciones de esta raza ya en los siglos III y IV de nuestra era y sin duda se debe a un largo proceso de selección.


Ya Columela en su tratado de agricultura explica como se introdujo el color blanco a las merinas españolas a través de cruces con moruecos del norte de África, de lana más basta, y luego con carneros traídos de Italia.

 

En España hay un censo de cuatro millones y medio de cabezas de ganado merino lo que constituye alrededor de un 19% de la cabaña ovina actual.

El producto estrella de la oveja merina fue la lana, destacando por la finura de la misma, con una fibra de 20 micras, es decir unas 6 veces más fina que un pelo humano.


La oveja merina es de tamaño medio con la cabeza corta y ancha y la frente cubierta de lana.  El carnero cuando tiene cuernos son espirales y de gran desarrollo.

Las merinas tienen el instinto gregario muy desarrollado y son muy rústicas y resistentes.

 

El origen de los mastines españoles es poco conocido pero sin duda debe estar íntimamente ligado a esta raza y su  selección debe haber sufrido los mismos avatares que la misma.   Un gran auge durante los tiempos de la Mesta, un declive a partir de los años 60 con el bajo coste de la lana y la recuperación de la raza con la creación de la Asociación del Merino Español cambiando el tipo de producción hacia su actitud carnicera.  La producción de leche para la elaboración de quesos de calidad en los últimos años también ha supuesto una incipiente selección lechera.

Los mastines de mayor tamaño siempre estuvieron asociadas a las cabañas ganaderas con merinas, algo bien conocido por los criadores que sacaron muchos perros de gran alzada de estas ganadería.


Las más importantes desde el punto del vista del Mastín Español fueron las cabañas ganaderas del Marques de Perales, del Conde de la Oliva (Granda), Montenegro, Hidalgo y Condesa de Bornos (cabaña de Rojas). Pero entre todas siempre destacaron los perros del Conde como llaman en León al ganado de la familia Granda.  El ganado de esta familia es conocido por la selección de su propia variedad de Merina, aunque con la venta de los ganados de los Hidalgos, compró un rebaño de hidalgas que maneja por separado.  Así mismo es reconocida la selección en toda su ganadería  tanto de vacas retintas, como de caballos españoles.

 

Muchos de los perros que dieron los pastores de este ganadero eran bautizados con el nombre de Oliveros, por provenir de esta ganadería. La mayoría de los perros con este nombre han destacado como grandes perros ganaderos.

Dentro de la merina la variedad más antigua es la de vellón negro caracterizada por su mayor rusticidad, su lana es igual o más fina que la merina blanca, careciendo de médula. Se ha conservado principalmente en Portugal existiendo muy pocos rebaños en España uno de los cuales es propiedad de un miembro del grupo Ortros.

 

En España y Portugal fue la variedad más extendida y en Portugal continuo así hasta los años treinta del siglo pasado, debido a que era más apreciada la lana de esta variedad. Con el cambio de producción hacia una orientación cárnica la oveja merina también estuvo a punto de desaparecer en Portugal.

Nuestro grupo todavía trashuma con mastines custodiando ovejas de raza merina de las dos variedades.