La Selección en el Mastín Español: Ciencia y Ética

Al lobato mastín, al cano arrayano

Un gran Biólogo, Ernst Mayr, decía que se podría decir que la actividad científica consiste en refutar o confirmar el sentido común.


Por ejemplo, nuestro sentido común derivado de la observación nos dice que el sol se mueve alrededor de la tierra, ya que nace al Este y se pone todos los días en sentido opuesto. Sin embargo, sabemos que es justo al contrario que nosotros nos movemos alrededor del sol. La circularidad de la Tierra puede ser otro ejemplo ya que nuestro sentido común nos obliga a pensar que la tierra es plana y no redonda.


De hecho son las teorías que se establecen como dogmas y verdades absolutas las que suelen ser atractivas a los científicos para ponerlas a prueba.  En ciencia existe el principio de la certidumbre, no el de la verdad absoluta.

 

Estos ejemplos se podían extrapolar a todos aquellos mastineros que creen conocer o haber conocido, poseer o haber poseído el Mastín Español original, el antiguo, el ancestral, basados en la observación de fotografías antiguas, en la literatura, en la transmisión oral, o en sus propias experiencias. Es decir, aquellos que creen estar en la posesión de la verdad.

Trabuco, mastín español ganadero nacido a principio de los años sesenta. Comprado a finales de los sesenta a un ganadero estante del Páramo de León por el criadero el Pinotar, para ser la base de su cría. Obsérvese la línea dorso-lumbar, el tipo de pelo, la longitud del cuerpo y los aplomos.

 

Su método suele ser el acumulo de observaciones, un proceso no objetivo e independiente y que no conduce en si mismo hacia la verdad.  En el mundo del Mastín se pone una y otra vez de manifiesto la subjetividad y falta de independencia en este método. Se comparan fotografías de mastines, y para unos lo que es un buen perro, para otros es malo, lo que es el mastín ancestral para otros no lo es. Para unos la fotografía de tal perro se parece a tal otro, y sin embargo para un observador diferente eso no es cierto.  Se puede afirmar que la foto de un mastín de tal ganadero era representativo de dicha ganadería, pero cuando se consulta al propietario del mismo dice que no.


No satisfechos con este acumulo de observaciones, totalmente mediatizadas por los prejuicios del observador, como único garante de su realidad, son incapaces de aceptar un método de falsabilidad que ha sido bastante habitual en la ciencia hasta épocas recientes, y todavía vigente para este tipo de observaciones.


Así si la  hipótesis fuera que los perros de una fecha anterior a la cría moderna eran de conformación ligera, y que por tanto el Mastín auténtico lo es. Entonces esta afirmación es refutada, desde el momento que esas mismas observaciones contemplan a perros ganaderos antiguos con morfología pesada y alejados de cualquier cría comercial, como Trabuco, Girón,  Cañonero, Tigre, Vivillo, etc.


De la misma forma que sería refutada la hipótesis opuesta, si fuera formulada como que los mastines anteriores a esta cría moderna, iniciada por Manuel Díaz-Navarro, Amadeo Alejandre, Luis Esquiró, el Marqués de Perales, Sayanes, y tantos otros, eran todos de conformación pesada. Hay muchos perros que refutarían también esta afirmación.

 

Tampoco se puede argumentar que las fotografías existentes sobre mastines constituyen una muestra suficientemente representativa y exhaustiva del enorme número de mastines que ha habido en España en los últimos cien años.  Además. estas observaciones gráficas no fueron diseñadas para verificar o falsar una hipótesis sobre el tamaño de los mastines, ya que esto la mayoría de las veces, no parecía ser el objetivo del observador.

Navarro, mastín español ganadero del páramo leonés de los años sesenta. Fue adquirido por una cantidad considerable para la época 50.000 pesetas por el afijo Trashumancia.



Por tanto pensar que el mastín ligero que acompaña hoy a los rebaños de amplia zonas de España es el único que hubo siempre o el ancestral, o la raza auténtica y que el mastín pesado que tienen hoy muchos criadores de Mastín Español y algunos ganaderos es un mastín adulterado, no es el original y no es un mastín, no es una hipótesis que se pueda verificar por medio de testimonios gráficos, literarios o de trasmisión oral.  El hacerlo así es un proceso más de acomodo psicológico que real.

 

Además, con los registros fotográficos, es común intentar eludir el proceso de crítica, a través de hipótesis ad hoc que van retrasando la fecha de las mismas.

 

Con las fotos es habitual que si aparece un perro pesado en 1970 se diga que los perros anteriores a esa fecha eran ligeros, si se descubre uno pesado de los años 50 entonces los ligeros eran de los 40, de esta forma se logra ir escapando del proceso de refutación reduciendo el número de casos posibles.  Cada vez hay menos testimonios gráficos y la probabilidad de encontrar un perro de unas características determinadas es más pequeña. Este proceso de intentar blindar nuestras teorías y pensamientos, aunque común,  parece sin sentido ya que debido al cada vez menor numero de casos (fotografías), acaban por no explicar nada y carecer de contenido.

Girón, Mastín Español de finales de los años 50 de un ganadero leonés, Onésimo Barrio Redondo, de Cenia (León).

 

Otra forma de evitar la crítica es esconder en el cajón aquellos ejemplares que escapan del mastín que creemos más común. Es decir ocultar lo que los anglosajones llaman los “outliers”.  La existencia de esos mastines que se escapan de lo registros habituales indican o que el método empleado para lo que se quiere explicar no es adecuado (el reportaje gráfico), o que el aparato utilizado no es adecuado (la cámara fotográfica) o que había diferentes poblaciones de mastín español, o que el mastín español era muy variable en tipos y pesos.

 

Eludir estos  ejemplares fuera de lo normal, dar todo tipo de explicaciones para eliminarlos, y no dedicarle tiempo para investigar sobre su existencia es un error metodológico grave.

Mastín de la ganadería del Marques de Perales del Río. Según Manuel Fernández-Durán (Marqués de Perales del Río) gran aficionado como toda la familia a los galgos y que fuera juez internacional de perros, este mastín no era representativo de la ganadería familiar. Sin embargo, es frecuente ponerlo como claro ejemplo del Mastín auténtico.

 

Cuando este método se extrapola a cual era el temperamento original de los perros, la falta de rigor científico es el mismo, pero más evidente ya que sólo observamos testimonios históricos en el que aparece la subjetividad del observador de forma más acusada. Cuando hablamos de comportamiento de perros de custodia de ganado, los reportajes gráficos son insuficientes, y las referencias al comportamiento ancestral y original se hacen a través de la literatura o trasmisión oral. El entusiasmo y ganas de ensalzar al animal hacen tremendamente subjetivas estas descripciones, que son muchas veces fantásticas pero que pueden satisfacer nuestro deseo de un perro, en realidad inexistente.

 

Intentar conocer que mastín era el que había hace 500 o 600 años y si es el mismo que hay hoy en día debe ser objeto de un diseño adecuado con una metodología planificada apriorísticamente.   De la misma forma que conocer si el mastín tenía un polimorfismo ancestral, tiene un origen único o un origen múltiple. Las herramientas moleculares desarrolladas en los últimos años permiten el acceso a la información genética pasada y presente. Es decir a la información heredable que pasa de una generación a la siguiente.

Oliveros, Mastín Español ganadero de los años sesenta.

 

Con esta información se pueden elaborar hipótesis de origen basadas en las relaciones entre poblaciones actuales y antiguas. Hipótesis que pueden ser formuladas de forma que obedezcan a los principios del método científico.


El método del estudio del genoma de los restos arqueológicos y su comparación con el genoma de la poblaciones actuales no es el único método de estudio sobre el origen,  pero es válido, y ya habitual en estudios recientes sobre el origen de la domesticación y de las razas de animales domésticos, incluidas el perro.

 

El estudio del temperamento y comportamiento del mastín a lo lago de los siglos debe ser realizado desde el estudio de las relaciones más complejas del depredador, la presa y el depredador domesticado para defenderla. Y no de individuos aislados de mastín.

Mastín español de 1900 en Mallorca.

 

Diferente es si queremos establecer principios éticos sobre la legalidad de criar un determinado tipo de mastín. Igual que en la biología experimental por ejemplo nos podemos plantear si es lícito el uso de embriones humanos. Hasta que punto es moralmente aceptable dirigir la cría hacia un tipo morfológico que nos produzca sólo una satisfacción estética o de compañía, y no productiva o de otra utilidad. Hasta que punto es ético dirigir la cría del mastín hacia la caza, hasta que punto es lícito dirigir al mastín hacia la guarda y defensa. Es decir hasta que punto es ético el cambio de uso en el Mastín Español.

 

Comprobamos que muchas razas ganaderas españolas han cambiado su modo de selección en los últimos años hacia una especialización, utilizando programas de mejora genética.  Las que no se sometieron a tiempo a estos programas de selección, quedaron reducidas a censos mínimos, o desaparecieron sustituidas por razas foráneas mas especializadas, perdiéndose una diversidad genética irremplazable.

Foto antigua de perra Mastín en Extremadura. Obsérvese la longitud y anchura de las patas delanteras.

 

Muchas razas españolas de vacas han pasado de tener una selección  múltiple para varias funciones como trabajo, lechera o carnicera a una selección específica para una de estas características. Así muchas razas de vacas tienen hoy una especialización carnicera por la demanda de proteína animal,  y han perdido condiciones de trabajo, por la mecanización de las tareas agrícolas.


Lo mismo se podría decir en las ovejas con la leche, lana y carne, etc, etc. Los perros no son una excepción y el Mastín Español tampoco. El Mastín Español es fundamentalmente por su genética, conformación física y número de perros en el campo, un perro de ganado, de hecho el perro por antonomasia del ganado.


Sin embargo, desde siempre se ha utilizado para otras labores, entre las que están la guarda de fincas y propiedades, pero también como perro de compañía, perro de tiro, de caza mayor, etc.


En los últimos tiempos su selección parece abrir una fuerte discusión sobre si es lícito que un perro de custodia de ganado se seleccione para compañía. Se plantean dudas sobre si es ético que en un Mastín Español se seleccionen caracteres morfológicos que nos produzcan satisfacción estética y no por sus habilidades de custodiar el ganado, o de defender a una propiedad, o a un individuo.


La selección a la que se somete a los perros y al Mastín Español es selección artificial, una selección que el hombre planifica dirigiéndola hacia algún fin. En la selección natural es el ambiente y el azar los que operan y no existe una direccionalidad, como a veces se pretende, para llegar al hombre como fin último de la selección. La selección natural no esta dirigida y en esto básicamente radica la diferencia entre un tipo de selección y otra.


No hay ninguna restricción ética para cambiar de una selección tradicional a una más adecuada con los tiempos de la mejora genética, ni tampoco para cambiar los usos de una raza.  

 

Somos nosotros, no el ambiente,  los que desde siempre hemos manipulado la genética del Mastín para que nos sirva de utilidad.  Y en esta manipulación si es para cuidar del lobo, de la casa o para que sirva de compañía a los niños no hay restricciones éticas.

Navarro a principios de los setenta.

 

Los que crían perros para compañía y lo hacen por sus cualidades estéticas y su temperamento más suave, cambian los usos de la misma forma que el que cría mastines con mayor instinto de caza para una montería, o con más temperamento para cuidar una propiedad o cuidar una persona.  Es igual de ético.


El problema radica en que la cría del Mastín para compañía o la guarda de una pequeña propiedad ha aumentando mucho en los últimos años y además existe una cría muy organizada.


La cría del mastín ganadero es también una demanda creciente, en cuanto que la distribución del lobo se extiende por la geografía española, pero la organización de esta cría es muy escasa, y los mecanismos por los cuales los mastines rechazan el ataque de un lobo o de un oso, y como se puede aplicar un programa de mejora genética a estos perros,  es todavía un tema pendiente.


La cría y selección de un mastín de guarda y defensa es casi inexistente debido a la competencia que tiene con otras razas que llevan años de programas de mejora en este sentido. Con la caza sólo algunos monteros en sus rehalas los llevan más por tradición que por sus mejores cualidades que otras razas, de otras aptitudes del mastín se puede decir lo mismo.


El tiempo dirá que usos  y que tipo de mastín permanecerá, desde Ortros se hará lo necesario para que el mastín ganadero no se abandone, y actuar en la mejora del mismo.


Sin embargo, al no ser las condiciones ambientales, y la selección natural  la que esta operando somos nosotros los responsables morales de la selección que se hace.


No estamos fuera de las responsabilidades de criar animales con defectos físicos o psíquicos.

 

La restricción moral la impone  el sufrimiento que podemos hacer al animal o al propietario. Por ello es nuestra responsabilidad, teniendo medios, el utilizarlos para mejorar la salud de los mastines, con una cría responsable, sea cual sea su uso.

Aunque pueda ser estéticamente agradable se debe evitar en la cría la exageración de caracteres como la piel desprendida que puede producir enfermedades hereditarias.

 

La restricción a que alguien críe con un exceso de piel desprendida es que se están seleccionando alelos relacionados con el ácido hialurónico y que pueden da lugar a la fiebre del SharPei (Amyloidosis) caracterizada por fiebre, inflamación de articulaciones, daños renales, y en muchos casos la muerte prematura, su tratamiento es costoso y muy invasivo, utilizándose a veces tratamientos con  colchicina.


El criar animales de gran tamaño como el mastín aumenta la incidencia de torsiones de estomago, y procesos articulares y ese crecimiento debe tener un limite, limite dictado por nuestra conciencia sobre estos problemas de salud.  El Mastín Español no puede seguir creciendo en peso y masividad si esto supone un deterioro de su salud.


No existe una restricción moral para seleccionar el mastín español como un perro de pastor, de ganado, de guarda, de defensa o de compañía. La restricción moral viene de tener las posibilidades de disminuir la incidencia de enfermedades, y de la pérdida de variabilidad genética de la raza, y no utilizarlas con la excusa de fines tales como la conservación de caracteres supuestamente típicos o hipertípicos, o ancestrales.


Tanto en los que seleccionan mastines para una función u otra hay criadores responsables y preocupados por la salud de sus ejemplares, pero todavía hay personas que posponen estos temas de salud, sin tener en cuenta el daño que pueden provocar a futuros propietarios, con un perro enfermo.


La salud debe ser una prioridad en la cría actual del Mastín Español y  deben existir planes de cría para disminuir su incidencia e incentivar la investigación encaminada a mejorar nuestro conocimiento de ellas y su herencia.


En los últimos años la selección de perros de compañía más organizada, que suele llamarse “oficial”, ha llevado a tipos muy grandes y pesados, esto ha dado lugar al acortamiento de la vida del mastín. También ha aparecido un aumento en el número de muertes prematuras por torsión de estomago, una enfermedad relacionada con el tamaño.  El cálculo de la consanguinidad en muchos de los pedigríes publicados revela datos muy preocupantes, por la utilización insistentemente de unos sementales  y líneas  determinadas, esto incide en un aumento de mutaciones deletéreas, y a la aparición de enfermedades casi desconocidas antes en el Mastín Español.


Además, la falta de mastines en la actualidad de gran tamaño fuera de las líneas oficiales ha dado lugar a cruzar con otras razas, de la misma manera que en las ganaderías por falta de atención hay cruces con razas diferentes al mastín (datos propios, no mostrados).  Los que defienden el temperamento también han acudido a otras razas que les aporte más  carácter a los mastines, como el Fila. Esto da lugar a una erosión del patrimonio genético del Mastín Español muy importante que debe ser controlada.

 

Desde Ortros defendemos un mastín sano y sin recurrir a cruces con otras razas. Y aunque nuestra vocación es fundamentalmente ganadera nos inquieta en grado menor la utilización de los mastines para otros usos, pero nos preocupa mucho la falta de investigación y programas de mejora orientados hacia la salud del Mastín Español y a la conservación de su variabilidad genética. Esto debe ser una prioridad ineludible.